Sin biodiversidad ¡NO SOMOS NADA!

Este año, en conmemoración adelantada de día mundial de la biodiversidad que se celebra anualmente cada 22 de mayo, hemos celebrado este día avanzando en el Proyecto Espino que desarrollamos en Daganzo de Arriba (Madrid).

El pasado sábado 18 de mayo, en colaboración con personas integrantes de Correos, decidimos continuar con el trabajo iniciado el año pasado, consistente la construcción de una infraestructura verde, ¿y esto qué es?

Es una solución a varias problemáticas detectadas en esta zona del proyecto, fundamentalmente la disminución de insectos polinizadores debido a diversas causas (cambio climático, falta de refugio, uso de químicos…) y el pisoteo del campo de cultivo adyacente a un parque forestal con elevado uso público, lo que generaba lógicas tensiones entre ambas actividades. Para solventar estos inconvenientes optamos por la construcción de una infraestructura que copia los tradicionales muros de piedra seca y las antiguas leñeras con una doble función:

  • Los huecos y entresijos generados por el acúmulo de piedras y los troncos de madera son aprovechados por multitud de insectos, así como por la herpetofauna del lugar, utilizándolos como lugares de refugio y cría.
  • Las estructuras construidas, además de simular la función de linderos y ribazos, genera una barrera que limita psicológicamente el acceso a los campos de cultivo adyacentes.

Formando parte de esta infraestructura verde, se plantó un seto vivo de aromáticas que aporta sustento y alimento para estos polinizadores, generando así un hábitat propicio para este tipo de insectos, de los cuales depende la reproducción de múltiples especies vegetales.

Además, Ossian nos deleitó con un taller de polinizadores en el que aprendimos sobre la importancia de esta función ecosistémica, y de la inmensa variedad de las especies que ejercen este papel. Además, aprendimos sobre la apicultura, su historia, materiales y la impactante organización de una colmena, tenemos mucho que aprender de estos insectos.

Durante la jornada estuvimos acompañados de la excepcional fauna que habita en esta estepa cerealista; avutardas, milanos y águilas imperiales fueron testigos del trabajo colaborativo de la treintena de personas que, manos a la azada, construimos con éxito estas estructuras de vida.

Este “Proyecto Espino” se está llevando a cabo gracias al Ayuntamiento de Daganzo de Arriba,  con una estrecha y firme colaboración material y personal, vecinas y vecinos del mismo municipio y pueblos adyacentes, la Asociación Micorriza, y el tejido empresarial que apuesta por la responsabilidad social corporativa como motor para la solución de problemáticas ambientales actuales. ¡GRACIAS!

¡MANOS A LA AZADA!