¿Qué está pasando con los Árboles Singulares de Guadalajara?

LA PÉRDIDA DE 4 ÁRBOLES SINGULARES DE LA CIUDAD DE GUADALAJARA SUPONE LA DESAPARICIÓN DE UN 7,5% EN TAN SOLO 2 AÑOS

Este mismo fin de semana nos enterábamos de la pérdida del Cinamomo de la plaza del Jardinillo, otro más. Y es que, llevamos contemplando desde hace poco más de 2 años, momento en que se publicó el Catálogo de Árboles Singulares de la Ciudad de Guadalajara, como han ido desapareciendo de manera casi repentina un número importante de estos ejemplares.

Este patrimonio arbóreo, que sobrepasa lo estrictamente natural y comparte su relevancia de la mano de la historia y desarrollo de nuestra ciudad, es el legado que nos han dejado nuestros antepasados y parte del paisaje reconocible por parte de las habitantes y visitantes de Guadalajara.

La singularidad de muchos de estos árboles recae en ser los más antiguos que se conservan en la ciudad, algunos con un gran porte y arrastrando más de un siglo sobre sus raíces. A pesar de su aspecto robusto e imbatible, son ejemplares sensibles a las perturbaciones que sufren día a a día en un medio urbano: desaparición de alcorques, compactación de las raíces, falta de suelo, polución… Y ahora además sufren los efectos del cambio climático, con periodos de sequía extremos, plagas, altas temperaturas, fuertes tormentas y periodos puntuales de extrema humedad.

Pese a la cantidad de factores que amenazan la supervivencia de este patrimonio, obviamente algún día desaparecerá por ser vivo, pero hay soluciones que se pueden implementar para algunos de estos árboles. Desde realizar un seguimiento y evaluación continuada del estado sanitario de los mismos, hasta mejorar las condiciones de su entorno y, en caso en necesario, aplicar medidas que garanticen la supervivencia de cada individuo.

Estos 54 árboles, tan de Guadalajara como el Palacio del Infantado, el Panteón o la Puerta de Bejanque, deben ser tenidos en cuenta como lo que son, monumentos vivos de nuestra ciudad. Las distintas corporaciones municipales han apostado en los últimos años por la catalogación y divulgación de este patrimonio, ahora es el momento de incidir en la conservación del mismo.

El CINAMOMO DEL JARDINILLO

Caído en octubre de 2024, posiblemente propiciado por la inclinación del tronco sumado a época de lluvias y viento. La desaparición de este árbol singular, el cinamomo más grande la ciudad, dejará sin la mayor sombra de esta concurrida plaza arriacense.

Cinamomo del Jardinillo en 2022 (Rafael Marco)

Cinamomo del Jardinillo el 11 de octubre de 2024 (Rafael Marco)

Ortofoto de la Plaza del Jardinillo. Se observa la gran copa que tenía este árbol.

PINO DE LA IMPRENTA UTRILLA

En octubre de 2023, hace justo un año, eran patentes los síntomas de enfermedad en este árbol singular, con la sequedad y pérdida de acículas.

Pino de la imprenta Utrilla (2022-2023) (Rafael Marco)

En marzo de 2024, tan solo 5 meses después de la foto que mostramos, el árbol seco fue retirado dejando huérfana de sombra a la Imprenta Utrilla, donante del nombre a este viejo pino. Actualmente queda el tocón, en el que presuntamente se tallará una obra, como ya se hizo con el pino de los músicos o el pino de los «libros» en la plaza de Santo Domingo.

Pino de la imprenta Utrilla (2024). (Rafael Marco)

PINO DEL ASILO

A escasos 65 metros del árbol anterior se alzaba otro pino carrasco que completaba el elenco arbóreo de extremo sur del área del parque de La Concordia. Muy similar al caso anterior y prácticamente de forma seguida, empezó a enfermar con los mismos síntomas que su compañero. En junio de 2024 ya presentaba una copa aún con acículas, pero secas totalmente, encaminándose al mismo triste final que su pino parejo.

 

Pino del Asilo (2022-2024) (Rafael Marco)

CEDRO DEL PALACIO DE LA DIPUTACIÓN

En febrero de 2023 recibimos un email de Pablo, en el que nos advertía del grave estado en el que se encontraba este ejemplar, con un “irreversible, con intensa defoliación durante meses y un aspecto actual, como habréis podido ver, muy preocupante”. Así era, llevaba desde otoño de 2022 con síntomas y terminó de morir en la primavera de 2023.

Desconocemos la causa de la muerte de este árbol singular. Se han escuchado varias hipótesis, desde las consecuencias de unas obras en las zonas verdes del palacio, hasta el resultado de una enfermedad fúngica, o la obra de insectos barrenadores. El caso es que, en tan solo 2 años, este vigoroso cedro ha dejado viudo a su compañero, rompiendo la simetría del ajardinamiento de este importante edificio público de la ciudad y perdiendo un legado insustituible en esta generación.

Cedros en el Palacio de Diputación. Año 2022 (Rafael Marco)

Cedros en el Palacio de Diputación. Año 2023 (Rafael Marco)

 No solo ocurre en la ciudad

Este fenómeno de pérdida de árboles importantes no solo en pasa en la ciudad de Guadalajara, otros árboles singulares, algunos de ellos incluidos en el catálogo de árboles singulares de Castilla–La Mancha, también están en proceso de desaparecer. Es el caso del Pino de las 7 garras de Orea, un excepcional ejemplar de pino albar con 7 brazos, que ha sido fotografiado este mismo verano totalmente seco.

Pino de las 7 garras de Orea en verano de 2024. (Javier Aragoncillo)

Hay que volver a recordar que los árboles singulares, estos árboles que tienen nombre propio y que tienen un significado para las personas que los diferencia del resto, tienen que desaparecer como seres vivos que son. Pero es decisión y responsabilidad nuestra el valorarlos y protegerlos hasta que llegue ese día.

Y QUE LO ÁRBOLES NO NOS IMPIDAN VER EL BOSQUE