Hoy celebramos un ciclo de año más en el que un grupo de personas seguimos persiguiendo el sueño de tener una sociedad más responsable, equitativa y solidaria con y para con nuestra especie, con el paisaje de cada pueblo, con el patrimonio local y con la biodiversidad que acompaña al futuro del planeta.

Un año en el que:

  • Celebramos seguir manteniendo un equipo de 10 trabajadores/as de los que 7 de ellos viven en pueblos del Este de Guadalajara.

  • Hemos seguido recuperando y poniendo en valor fuentes, manantiales o puntos de agua, así como eliminando efectos trampa para la fauna silvestre.

  • Hemos trabajo reforestando las riberas de nuestros ríos, recuperando olmedas con olmos resistentes a la grafiosis, y olmos históricos.

  • Hemos mantenido la educación ambiental como eje impulsor del cambio social.

  • Seguimos trabajando en iniciativas de conservación del arbolado singular, identificando y catalogando el patrimonio arbóreo monumental de la provincia.

 

  • Hemos seguido trabajando en la conservación de chozones y parideras, y ahora también en patrimonio histórico anterior como las pinturas rupestres.

 

  • Participamos en iniciativas de conservación de la biodiversidad con especies como el conejo de monte, la alondra ricotí o el águila perdicera.

  • Hemos implementado medidas innovadoras, como las redes anticolisión en pistas de pádel o la construcción propia de cajas refugio para murciélagos.

  • Apostamos por el voluntariado como forma de inculcar el respeto y el paso a la acción colectivo en la solución de los problemas ambientales que nos rodean.

  • Seguimos trabajando en la Custodia del Territorio como herramienta de conservación en parcelas de titularidad privada o colectiva.

 

Por muchos más años protegiendo nuestras raíces,

¡Manos a la azada!